lunes, 24 de enero de 2011

DORANDO PIETRI

Se celebró en Londres en el verano de 1908 la cuarta Olimpiada de la era moderna. La carrera de maratón estaba prevista para el día 24 de julio a las dos y media de la tarde en medio de un día asfixiante de calor y humedad. Durante esta competición se dieron varias circunstancias que la hicieron una carrera épica. Para empezar, la distancia a disputar iba a ser de 42km exactos e iba a discurrir entre el castillo de Windsor y el estadio Shepperd´s Bush. Sin embargo, los príncipes de Gales quisieron que la salida fuera exactamente debajo del balcón desde el que iban a dar la salida por eso quedó para la historia la distancia de 42.195 m.
Hubo varias alternancias en la disputa de la prueba hasta que quedando pocos kilómetros y tras una carrera muy inteligente se colocó en cabeza el atleta italiano Dorando Pietri, pastelero de profesión. Nada mas entrar en el estadio, y con las gradas repletas con 80,000 espectadores, inesperadamente el italiano cayó al suelo exhausto. Ante los gritos de la muchedumbre, el atleta ya sin fuerzas se caía y levantaba al intentar incorporarse. Inconsciente y en el suelo continuaba moviendo las piernas como si corriera. Con la ayuda de los jueces y durante casi 10 minutos de angustia consiguió recorrer los 325 m. que le separaban de la meta. Una vez la traspasó fue trasladado al hospital.
A pesar de la agonía no fue el vencedor de la carrera, ya que al recibir ayuda externa fue descalificado. El ganador oficial fue el estadounidense John Hayes que llegó instantes después.
Durante la ceremonia religiosa ofrecida en honor de los atletas, el obispo de Pennsylvania impresionado con la carrera pronunció la frase que se hizo inmortal: "Lo importante de esta carrera no es la victoria si no el hecho de participar". Erróneamente fue atribuida al Barón de Coubertin.

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